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No. 10  l  Diciembre 2006

¿Vida o teatro?
Charlotte

Por Maria Clara Cortés

“Y todavía queda alegría, todavía las flores crecen y todavía el sol brilla.”
Charlotte Salomon

El teatro es una rama del arte escénico relacionado con la actuación que surge de la vida pero se separa de ésta desde un inicio: allí los actores, que recrean un relato -una ficción- pretenden ser otros y los espectadores deben imaginarse en otra parte. A esa aguda diferencia alude el título de este libro, ¿Vida o Teatro?, que es finalmente una pregunta existencial que se hace Charlotte Salomon cuando se entera de la historia suicida de su familia mientras se esconde en el sur de Francia, huyendo de los siniestros campos de concentración nazis.

¿Vida o teatro? es el libreto para una opereta, hecho con pinturas acompañadas de textos y pautas musicales. La historia es autobiográfica, inicia cuando se conocen los padres de Charlotte y termina en 1940, cuando, deprimida y cansada de huir en compañía de su abuelo, se enfrenta a una crisis que le obliga a tomar una decisión frente a su vida: o bien se suicida, como han hecho todos los parientes de la familia materna, o emprende algún proyecto excéntrico que le permita encontrar algo positivo en su existencia. De allí nace este libro. La narración, que toma la forma de una historieta, avanza hoja por hoja: Berlín, 1915- Franziska conoce a Albert. Franziska se casa con Albert. 1917- Nace una niña que se llama Charlotte. Franziska sufre una depresión y se suicida. Albert conoce a Paulinka y se casan. Charlotte va con sus abuelos a Italia y conoce las obras de Miguel Ángel... Así, el lector se entera de la vida de esta joven rebelde y solitaria que estudia arte, pasa por varias escuelas y profesores particulares antes de conocer a Amadeus Daberlohn, un músico excombatiente de la primera guerra mundial, de cuya traumática experiencia surgen las teorías artísticas que terminan por salvar a Charlotte, al menos de su suicidio.

El arte, dice Daberlohn, no puede existir por sí mismo, sino debe fluir de la vida; el arte no nace de formas externas sino del propio yo. En una doble relación en que Daberlohn corteja a la madrastra y se vuelve amante de la hija, el músico aprovecha los ratos que pasa con ambas mujeres para inspirar su creación; a Paulinka, la impulsa a enriquecer su canto ya que, dice Daberlohn, “cantar está más cercanamente atado a la vida que cualquier otra cosa, pues en el canto se dota el sonido con una expresión que revela los secretos más profundos del alma”. A Charlotte la lleva a encontrarle un sentido a la pintura partiendo de que “para amar la vida por completo probablemente sea necesario abrazar y comprender su otro lado: la muerte”.

Esta obra es entonces en gran parte el resultado de las conversaciones que tiene Charlotte con Daberlohn, y sigue las fuentes de inspiración de los artistas expresionistas haciendo énfasis en las fuerzas emocionales inconscientes y la explosión del individualismo: no hay que pintar la realidad que se ve en el exterior, decían estos artistas, sino más bien volcar la mirada hacia el interior permitiendo que el espíritu se exprese y grite. En este sentido, la línea y el color se consolidan como elementos fundamentales expresivos en las pinturas que dejan ver los cambios internos de Charlotte a medida que pasa el tiempo: las imágenes que empiezan con abundantes detalles y cuidado en la aplicación del color se van volviendo cada vez más esquemáticas y descuidadas. Las palabras, que originalmente estaban escritas en hojas transparentes para ser superpuestas a los dibujos, al final están incluidas formando un contrapunteo indisociable en donde texto e imagen se entremezclan.

De las 1325 pinturas en gouache Charlotte seleccionó 769 que conforman ¿Vida o Teatro? Estas, junto con un par de obras más, son lo único que queda de la producción de Charlotte Salomon. La artista nació en 1917 y murió en 1942 en el Campo de Concentración de Auschwitz.

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